Con esta entrada concluiremos los temas que establecimos para hablar sobre la educación sexual, aunque dentro de unos días subiremos también una reflexión propia sobre todo lo investigado, esperamos que como siempre, la entrada os resulte curiosa.
La industria del porno está dirigida a un público masculino y machista, ya que el papel que tiene la mujer es de ser un mero objeto de satisfacción para el hombre, con la cual puedes hacer cualquier cosa sin importar la voluntad ni placer de esta, porque es una sumisa.
Según las estadísticas mundiales publicadas por el departamento de datos de la web PornHub, que es una de las mayores plataformas que proporcionan servicios gratuitos de cine para adultos, España se situa como el 13º estado que más porno consume a través de internet.
Las categorías qué más triunfan son: “maduras” “jovencitas” y “pechos grandes”. Esta tendencia se entiende mejor al comprobar que el 74% de los consumidores son hombres.
La edad media del consumidor de porno se sitúa en los 35,3 años, pero en esta estadística no hay datos referentes a consumidores menores de edad, ya que se comienza a contar desde los 18 años.
Por ello decidimos buscar estudios complementarios que se centren en los adolescentes.
Los menores tienen acceso a las webs pornográficas de forma muy sencilla. El 53,3% de los adolescentes españoles de entre 14 y 17 años han visto porno en internet, y el 4% de los jóvenes de entre 11 y 12 años recibe contenido sexual en su móvil. Y el porno, mal digerido provoca comportamientos no deseables, ya que nuestros cerebros aprenden por imitación, y si la población se acostumbra a excitarse viendo videos pornográficos, en los cuales los roles están muy definidos, haremos que los jóvenes condicionen sus preferencias.
Es importante recalcar también que los jóvenes deducen que su vida sexual puede ser muy parecida a aquella que visualizan en el porno.
Si recordamos la infinitud de categorías existentes en el porno destinada al consumo de hombres heteros, es fácil observar que La mujer se ve como un elemento de posesión del hombre. Este poder es visualizado por todos los adolescentes que se nutren de estas prácticas adoptan estos roles de forma inconsciente.
Como educadoras Sociales nos preocupa que la educación sexual de los menores esté evolucionando sola y sin control, donde impera una gran hipocresía por parte del Gobierno, donde creen equivocadamente que impartir educación sexual hará que aumente sexo entre adolescentes, cuando es al revés, ya que con una buena educación sexual los menores serán mas capaces de decir “no”
La educación sexual esta olvidada en el currículo escolar, dejando a los centros educativos el poder de elegir si otorgarla o no, y siendo necesario en muchas comunidades, el consentimiento paterno. Esto provoca que dejemos a los menores a merced de la autoinformación, especialmente recibida a través de la pornografía.
Por ello debemos solucionar este problema, ya que los hombres asumen los papeles que el porno les muestra y así tratan a las mujeres cómo creen que nos gusta; y las mujeres asumen el rol de la mujer en el porno dejándose hacer cosas aunque no les produzcan placer. Por ello debemos ofrecer una buena educación sexual basada en el respeto, igualdad y placer de ambas personas.
Algunos ejemplos donde vemos la clara cosificación de la mujer dentro de esta industria son:
- Los resultados más buscados cuando salió el caso de la violación durante los Sanfermines fueron desgarradores, porque la gente busco masivamente el vídeo de la violación. Algo tampoco muy de extrañar ya que en dichas páginas hay categorías de violaciones, menores, padres e hijas; lo cual deja mucho que desear.
- La mayoría de categoría que hay en las páginas porno, son referidas a las mujeres y dichas categorías no existen para el hombre, como pueden ser: milf, colegiala, tetonas, latinas, colombianas, enfermera, etc. Tambien predomina la imagen de la mujer en todas las miniaturas de las categorías, donde se puede observar su imagen en todas ellas menos en la categoría “gay”.
Por ello creemos que lo más adecuado sería realizar un porno feminista, que es una nueva corriente del porno el cual se desarrolla basado en el placer de las dos personas, sin menospreciar ni abusar de ningunas de las partes. Este porno no debería visualizarse como una categoría más, ya que todo el porno debe integrar practicas basadas en el placer de las dos personas.
Antes de terminar os adjuntamos una imagen de las categorías que residen en una pagina pornográfica habitual.
¿Todavía tienes dudas de que se necesite hablar de sexualidad en los colegios?
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